Lucas Martinetti transmite entusiasmo, contagia optimismo y en este febrero a sus días cargados de trabajo le suma varias noches con viajes a la región y reuniones en la ciudad. Quiere ser el próximo presidente de la Liga Villamariense de Fútbol, que el próximo viernes 19 del corriente tendrá la reclamada Asamblea General Ordinaria, y día a día renueva las fortalezas para sumar los votos que necesita para poder cumplir su sueño.
-¿Cuántos votos cree que necesitará para ganar la elección?
-Once. Y si los que me dieron su palabra no me fallan, los tendré.
-¿O sea que su lectura es que habrá dos candidatos, usted y Conrero (Diego)?
-Hoy hago esa lectura, por más que haya algunos comentarios que sostengan que pueda sumarse alguno más a último momento y que quien lo desee reglamentariamente está en condiciones de poder hacerlo.
Yo soy candidato porque quiero ser presidente, siento que puedo aportarle trabajo, honestidad y un nuevo rumbo a la Liga. Soy una persona simple, que tendré virtudes y defectos como todos, pero que voy con la verdad a todos lados.
Apenas Darío Ranco retiró la candidatura se los dije a todos, esa misma noche en Asociación Española. Quizás algunos no me tomaron en serio, pero tengo muchos testigos que me escucharon cuando les transmití mi decisión.
-Cuando Darío Ranco anunció su postulación Ud fue el primero de los dirigentes en salir a respaldarlo.
-Sí, y volvería a hacerlo, porque tiene un nombre y un recorrido en el fútbol que lo respalda, además de una serie de propuestas que me parecieron renovadoras y que hubieran sido de gran utilidad para el desarrollo y crecimiento de la Liga Villamariense de Fútbol.
Lo que ocurrió fue que cuando Ranco anunció su candidatura, yo estaba a punto de hacerlo. El lo hizo primero, entonces lo escuché, hablamos por teléfono, nos juntamos y me puse a su disposición. Cuando él declinó su candidatura, fui yo el que salió al ruedo a confirmar que estaba dispuesto a retomar mi sueño.
-¿Se juntó con Conrero (Diego), el otro candidato?
-Hablamos, pero él también quiere ser presidente, entonces iremos cada uno con sus proyectos y los asambleístas que nos apoyen.
-¿Podría enumerar algunos de los ítems más salientes que tiene en carpeta en caso de llegar a la presidencia?
-Por supuesto. Anote. Son sólo algunos, pero aquí van:
1) Convenio con una Cooperativa de Trabajo para el mantenimiento de todas las canchas de los clubes afiliados a la Liga Villamariense de Fútbol.
2) Digitalización del sistema de trabajo administrativo de la Liga. Además de la implementación de una App.
3) Implementación de una rifa que nos permita recaudar fondos para la institución y todos los clubes afiliados.
4) Creación de un Área de Publicidad e incorporación de paneles de led de 1.10 cm de alto por 2 metros de largo junto a pantallas LED donde funciona la parte administrativa de la Liga.
Los paneles serán incorporados en los clubes para la pauta generada desde el área de Publicidad de la Liga. Los sponsors estarán en estas pantallas y así lograríamos ingresos para la Liga y los clubes.
5) Realización de dos eventos anuales, uno en el mes de julio y otro en el mes de diciembre.
Lo recaudado en el evento del mes de julio será destinado a la compra de las semillas necesarias para la siembra de todas las canchas.
En el evento del mes de diciembre lo recaudado será destinado para iniciar un 2022 con un presupuesto menor para los clubes.
6) También está prevista un Área de Gestión desde la Liga Villamariense de Fútbol para los clubes.
Tendrá como operatoria gestionar en los Ministerios todos los programas en beneficios a nuestros clubes y de igual manera en la Provincia.
En esta misma Área se pondrá a disposición el asesoramiento para poner en regla a nuestros Clubes.
Con estos y otros proyectos que tenemos en desarrollo lograremos que los clubes afiliados a nuestra institución sean autosustentables junto a la institución madre que es la Liga Villamariense de Fútbol.
-¿Intentará tener representantes de la Liga en ámbitos que se desarrollan en Buenos Aires y Córdoba?
-Está claro que los dirigentes llegan al Consejo Federal de la AFA a través de los representantes regionales, pero personalmente quiero tener gente nuestra bien cerca de AFA y de la Federación, que es donde se toman las decisiones que luego bajan a las ligas.
-¿Cree que la política tendrá más influencia en esta Asamblea que otros momentos de la historia de la Liga?
-No lo sé, pero sí estoy convencido que nuestra Liga necesita tener buenas relaciones con los gobiernos, porque muchas veces hay que golpear las puertas del Estado para conseguir que los proyectos puedan tener celeridad. El deporte y la política siempre se encuentran, aunque transiten por caminos diferentes. A nosotros no nos conviene estar distanciados, ya hubo muchos años en los que no recibimos nada, ni visitas, siquiera. Y eso fue por un distanciamiento que no condujo a nada bueno. Las instituciones necesitan del Estado y los Gobiernos, independientemente del color político que tengan, necesitan de los clubes, porque le ayudan en un trabajo social, de contención, recreación y práctica de deportes que ellos no podrían abarcar por si solos. Hay que actuar con inteligencia.
-¿Qué es lo que lo tiene tan motivado y confiado para acceder a la presidencia?
-El trabajo, la predisposición de la gente de los clubes, los visito y los dirigentes están necesitados de que se los escuche. Y lo hago. Por supuesto que les transmito mi propuesta, les pido que me acompañen, pero fundamentalmente les dedico tiempo para saber cómo están, cuáles son los mayores problemas. El fútbol es mucho más importante de lo que algunos creen. Hay cientos de jugadores en cada club que están ávidos de volver a pisar una cancha y se los manifiestan todos los días a los dirigentes. Estos (los dirigentes) cada vez son menos y están solos. Y en muchos casos necesitan del apoyo de los gobiernos para poder seguir. Por eso digo que no podemos estar distanciados y menos en un momento tan complejo como este.
Ya todos los clubes tienen entrenadores, ya todos están de pretemporada. Eso habla de un gran entusiasmo. Ahora nos toca a nosotros, a los dirigentes responder con decisiones, proyectos, trabajo a ese gran entusiasmo que nace de los jugadores, se traslada a los dirigentes y llega a la Liga. ¡O creen que no nos damos cuenta que en los clubes los jugadores están esperando que pase cuanto antes la Asamblea para poder conocer zonas, rivales, fixture, fecha de inicio y todo lo que genera un inicio de temporada! Nosotros hablamos de proyectos, de reuniones, votos, deudas y forma de generar recursos. Pero ellos están ansiosos por jugar. Y nuestra obligación es escucharlos, contenerlos, preparar todo para que la competencia regrese cuanto antes. No depende solamente de los dirigentes, pero tenemos que poner todo de nuestro esfuerzo para encontrar las respuestas que contengan a todos, porque el fútbol es competencia, pero también contiene un alto porcentaje de inclusión. No debemos olvidarnos de esto.
-¿Le preocupan algunos casos de COVID-19 que se manifestaron en los últimos días en Pasco y Arroyo Cabral?
-Sí y mucho. Está muy claro que el COVID-19 no pertenece al pasado, sigue estando entre nosotros y estoy convencido que tendremos que estar encima, cuidándonos más que nunca. Sin salud no hay deportes, no hay vida, entonces debemos poner foco en esto y aceptar todas las indicaciones y sugerencias de los profesionales de la salud. No podemos distraernos ni desatender nada que afecte la vida de cada uno de nosotros. Hay elecciones por delante, un campeonato y mucho más, pero nada es más importante que estar sanos, sin salud no tendremos nada, es prioritario cuidarnos y saber que este partido contra el COVID-19 tendrá tiempos suplementarios.
Las fórmulas para la felicidad o para el entusiasmo ni están escritas ni son definitivas. Lo importante, adentro y afuera del fútbol, es salir y jugar. Y eso está haciendo Lucas Martinetti en los últimos tiempos. Salir y jugar.
En este desafío de querer presidir la Liga Villamariense de Fútbol día a día renueva los sueños y noche a noche vuelve a contar los votos. Escapándole a la repetitiva cotidianeidad laboral se ha transformado en un imaginador de mundos. Y aprendió rápidamente que, contra lo que a veces nos sugieren, a la fantasía y a la realidad les encanta andar abrazadas y que aún dentro de una rutina que agobia casi todo lo que nos sucede está en la frontera del asombro.