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Emotivo reconocimiento de Rivadavia de Arroyo Cabral a su arquero Marcelo Berardo

El texto del reconocimiento en la previa al clásico frente a Colón.

La vida de los futbolistas tiene momentos para crecer, desarrollarse y triunfar. Y en la vida de los dirigentes la tarea se traslada a enseñar, acompañar y reconocer.

Esta tarde asistimos a un momento trascendente en la historia de nuestro querido Club Rivadavia, en el que precisamente estamos en las últimas de aquellas acciones mencionadas para la dirigencia: la de reconocer y agradecer.

Y hoy queremos testimoniar nuestra satisfacción, beneplácito y alegría para quien desde hace años es nuestro arquero: MARCELO BERARDO, quien representa mucho más que alguien que evita goles. En Rivadavia es bandera, emblema, sentimiento y protagonista principal de muchas tardes en las que nos regaló títulos y victorias en proporciones generosas, abundantes con un alto compromiso de pertenencia e identidad.

La historia indica que en el génesis de su contacto con el fútbol, el destino lo ubicó en el arco de las divisiones inferiores de nuestro clásico rival, Sport Club Colón, y que en el año 1999 llegó a las categorías juveniles de Newell’s Old Boys de Rosario, donde permaneció durante tres temporadas, compartiendo enseñanzas futbolísticas con los estudios secundarios.

Allí fue dirigido por Raúl Belén y Adrián Taffarell y compartió equipos con Fernando Beluschi, Iván Borghelo, Nicolás Spolli y Coti Fernández, por citar a los que llegaron al fútbol de primera división.

En la temporada 2021 se incorporó a Rivadavia, donde fue construyendo un vínculo pleno de afecto y de alegrías compartidas con su gente. Alumni de Villa María, Juventud Antoniana de Salta y Atlético Ticino lo convocaron para los torneos Federales de las categorías A y B, acumulando 70 presentaciones oficiales.

Hoy, en la previa de este clásico histórico en Arroyo Cabral, queremos testimoniarle nuestro agradecimiento, por las vueltas olímpicas, los triunfos y las emociones colectivas. Por las atajadas milagrosas y los penales que siempre lo tienen como protagonista.

Pasaron 25 años desde aquella partida hacia Rosario. Marcelo Berardo merece largamente este reconocimiento de Rivadavia, que lo tiene en su arco, pleno, vigente, motivado y siempre representando el último y difícil escollo para los rivales.
Es nuestro prócer. El héroe de tantas batallas. Iluminado y eterno.

 

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