Qué jugadores de todo el país sientan ganas de pertenecer a Ameghino, es algo suficientemente importante como para sentirse reconfortados de que el trabajo que se está haciendo no solo está dando frutos internos, sino que además se ve reflejado fuera de las paredes del club.
El León programó dos pruebas para este verano. Una en diciembre y otra que se está llevando a cabo. ¿Qué buscan los entrenadores en los jugadores que llegan a dar todo por quedar en el club? ¿Cómo reaccionaron los “leoncitos”? Nicolás Tilloy, entrenador a cargo de las categorías inferiores, tiene las respuestas.
-¿Qué jugadores podían venir y desde donde llegaron?
-“En el primer periodo de prueba vinieron 12 chicos, algunos llamados por nosotros porque los conocíamos, los vimos jugar en sus clubes y nos interesaban; y otros que vinieron por sus propios medios, que se comunicaron con nosotros diciendo que querían tener una posibilidad, y se la dimos. Lo mismo sucede ahora, con la diferencia de que esta vez vinieron chicos de más lejos y de diversos puntos del país.
Llegaron de Corrientes, Mendoza, Salta, Capital Federal, Córdoba, incluso nos han llamado entrenadores de todo el país ofreciéndonos jugadores, lo que es algo que nos enorgullece porque muchas veces los entrenadores somos algo celosos al hablar de nuestros jugadores, y que un DT te llame para ofrecerte un jugador, nos llena de orgullo”.
-¿Qué aspectos evalúan en la búsqueda de un jugador?
-“Nosotros medimos de acuerdo a la proyección del jugador. No nos interesa que un jugador nos dé resultados a los 14 años, si no que queremos que el chico llegue lo más lejos posible de acuerdo a lo que sus limitaciones le permitan, tratar de explotar sus condiciones al máximo”.
-En este caso, ¿en qué consistieron las pruebas?
-“Primero hacemos pruebas físicas, no en cuanto a resistencia, sino en cuanto a envergadura, es decir, cuánto creemos que puede llegar a medir. Luego son pruebas técnicas, sobre fundamentos, pero no los que ya tiene, sino los que creemos que puede llegar a incorporar o resolver. Es decir, capaz que hay un ejercicio que no le sale, no le sale y no le sale, pero si a la quinta vez le salió, quiere decir que tiene capacidad de resolución y por lo tanto un alto nivel del entrenabilidad. Muchas veces a los 14 años un chico es el mejor de su categoría, pero no usa la mano izquierda, no tiene lanzamiento externo, sino que lo que consigue es por fuerza, y esa diferencia a los 18 seguramente no saque la diferencia. Eso no es lo que buscamos nosotros”.
-¿Qué observó en los chicos del club en la convivencia con los que llegaron de afuera?
-“Algo que me sorprendió es como los chicos del club enseguida les abrieron las puertas, se presentaron. Llegaron y al verlos a todos sentados, cada uno de los que llegaron de Ameghino saludaron, les dieron la bienvenida, y para el mundo adulto por ahí es algo raro, porque son chicos que quizás vienen a obligarlos a mejorar y esforzarse más, y eso habla muy bien de los nuestros, de la crianza y la educación que tienen y traen de la casa. Nos llenó de orgullo”.