Nicolás “Fefe” Ferreyra, cuelga los botines. A los 33 años, el histórico apertura de Jockey Club de Villa María ha decidido dejar de jugar. Artífice de la gloria máxima del club en el 2009 al marcar todos los puntos del partido en la final con La Tablada, Mundial con Los Pumitas en 2004, seleccionado cordobés y rugby italiano. Se va el referente de los más chicos, se retira el estratega. La 10 del hípico, ya lo empieza a extrañar. “ No es fácil la decisión, pero se cumplió una etapa” sostuvo el crack en un diálogo con el departamento de prensa del club.
El distinto dice adiós. “Fefe” le ha puesto punto final a su exitosa carrera. Esa que comenzó desde muy pequeño en el Jockey de Villa María y se prolongó hasta las últimas horas. Se va el jugador que tenía la cancha en la cabeza, el que veía los que otros no, el protagonista de tantas y tantas batallas, el de la pegada única y la viveza de un tocado, se retira el “10”. “ Creo que en la vida son etapas y esta es una que tengo que afrontar. Si bien me costó mucho la decisión creo que es el momento. Tengo mi familia formada, la mayoría de mi camada ya no juegan, la lesión, varias cosas que fueron colaborando a que decida retirarme” comentó uno de los mejores jugadores que se ha visto en el Club del Barrio Roque Sáenz Peña.
-¿Cuánto hace que venía pensando en anunciar el retiro?
-No me venía divirtiendo, la familia, el trabajo, varios motivos que aceleraron el proceso. Hay otras responsabilidades, nuevos objetivos y la vida sigue. No es fácil la decisión.
Tantos años de carrera, tantas tardes de alegrías que la historia de Nicolás Ferreyra no será una más en la vida del rugby villamariense, aquí algo de su vida…
-¿Cómo comenzó la historia con el Jockey de Villa María?
-Empecé en el club a los 4 años y jugué hasta los 7, después jugué al futbol y a los 15 me incliné definitivamente por el rugby. Por suerte no me equivoqué. En el club encontré mis amigos, me formé como persona y me enseñaron valores por sobre todas las cosas.
“Fefe” debutó con apenas 17 años en la primera del verde, anduvo muy bien y enseguida los seleccionadores juveniles posaron los ojos en él. Jugó el Mundial 2004 con Los Pumitas y esto dice “Tenía muchas ilusiones, como cualquier chico de 18 años que puede integrar un seleccionado. Empecé jugando y después quedé relegado, pero es algo que guardaré para siempre. Representar al país es hermoso”.
-¿Que le dejó la experiencia en el rugby italiano?
-Después del debut en Primera, que salí goleador con 17 años, me vinieron a buscar del rugby italiano. Al principio deseché la oportunidad porque estaba la posibilidad de jugar el Mundial con Los Pumitas. Después del certamen me fui. Estuve casi 3 años, jugué en Udine y fue una experiencia única. Las lesiones impidieron que continúe, pero me sirvió mucho para crecer y sobre todo abrir la cabeza.
Es imposible dejar de lado el recordado título del 2009, “Fefe” marcó los 12 puntos con los que el equipo de Juan Pigni venció a la Tablada en un Estadio Córdoba con 6000 espectadores.
Y así lo recuerda “Fue lo mas impresionante que me tocó vivir. Más pasa el tiempo y más valor le vamos dando. Fue muy difícil lograrlo, es algo que no me voy a olvidar nunca más”.
-Qué entrenador te marcó más?
-Todos te van dejando algo. Desde José “Lonche” Perazolo a Juan Pigni, de todos los entrenadores me quedo con lo positivo. Aprendí de cada uno de los que me tocó, de infantiles hasta el logro máximo con el club.
-¿Y a la hora de mencionar un medio scrum?
-Sería injusto elegir a uno, con todos la pasé bien y me entendí. El propósito era ir para adelante y ganar siempre.
-A lo largo del año, desde Prensa del club, hablamos con los Juveniles destacados y cuando la consulta era por el referente, no había dudas, te nombró la mayoría, ¿qué significado tiene para vos?
Es muy lindo. Muchas veces llego al club y me saludan chicos que no conozco, es muy reconfortante. Síntoma de que medianamente hice bien las cosas. Es algo que me llena de orgullo, me pone muy feliz.
-¿Con equipo te sentiste más cómodo o te gustaba jugar?
-El equipo campeón, era muy superior al resto. Después tuve la suerte de pertenecer a una categoría donde muchos llegamos a Primera y disfruté muchísimo la etapa de juveniles. Nos divertíamos adentro y afuera, muy unidos. Una hermosa etapa.
-¿Te quedó algo pendiente?
No, por ahí quedó la duda que hubiera pasado si no me lesionaba y llegaba en las mejores condiciones a Italia, donde ya me habían visto para el seleccionado M21 de aquel país. Tampoco es que es un remordimiento. Sino que es una incógnita, pero son aprendizajes y situaciones que te va presentando la vida.
-Lo juega desde muy chico, ¿qué le dejó el rugby?
-Es una forma de vida, viví momentos muy lindos, también momentos amargos o tristes. Pero lo más importante es que me fue formando como persona y es el consejo que le doy a los padres que por ahí dudan de llevar los chicos al club. No se van a equivocar.
-¿Cómo seguirá la vida de “Fefe” sin jugar los fines de semana?
-La idea es seguir ligado al club como siempre y desde donde me toque. Pero también compartir y disfrutar de mis hijos Bautista y Virginia, mi esposa, Melisa que tanto me apoyaron y aguantaron todo este tiempo. Al igual que mi familia, mis viejos , mi hermana y mi abuela que estuvieron siempre. Les agradezco muchísimo como también a todos mis compañeros que tuve a lo largo de los años, los entrenadores, los colaboradores, todos. Gracias.
Se va el “10”, se retira el distinto, ese de la cancha en la cabeza, el estratega, el de la pegada única y tantas veces ponderada. Un exquisito que deja una huella imborrable en el verde de Villa María.
Foto-texto: Prensa Comunicación Jockey Club Villa María