“Para mí es campeón o fracaso. Es una forma de vivir, y de sentir el fútbol. No puedo hacerlo de otra forma”, afirmó Mauricio Morales al presentarse al grupo.
Más allá de que ganar no es lo único que cuenta en el fútbol, y mucho menos ganar como sea, en Argentino no ganar el título produjo el sorpresivo fin de un nuevo ciclo de Christian Romero.
A rey muerto, rey puesto. El “Chopo” Mauricio Morales, quien condujo al equipo superior al bicampeonato de 2016, asumió en silencio el pasado miércoles, y sin perder tiempo ayer el plantel realizó su segunda práctica. “No me gusta regalar nada. Siento orgullo de estar en Argentino, muchos de estos jugadores me regalaron dos títulos, y vengo a salir campeón”.
Morales no dirigía desde que hace un año se alejó, también sorpresivamente y en silencio tras ser campeón con Alem. Vuelve con la chapa de haber obtenido 3 títulos consecutivos, y el mensaje claro y contundente: “Vengo a ser campeón. Se fueron dos pilares de este equipo como Claudio (Díaz) y Carlos (Jacobi), pero vamos a traer un par de refuerzos y nos prepararemos para dar otra vuelta”.
El regreso del guerrero
“Me van a acompañar mi fiel amigo Sebastián (Funes) y el profesor Imanol Cusmano”, afirmó el “Chopo”.
“Cuando tenés la suerte de irte de un club haciendo historia, es seguro que volvés. Nos fuimos con la gloria de un bicampeonato, y esas puertas estaban abiertas. Quedó una gran amistad con muchas personas, y como conozco el paño, no necesité dar muchas vueltas cuando me llamaron”.
“Hay una base que conozco. Yo sé que hay una parte sanguínea, y aunque se fueron dos pilares fundamentales de este grupo, y vienen de un golpe anímico tremendo como significa perder una final, creo tener llegada y saber cómo reactivarlos. Con entrenamientos, cambiar el chip y que se adapten de nuevo a mí”.
“No se regala en el fútbol”
“Puedo estar medio loco, pero es una forma de vivir. Yo si corto el pelo (es peluquero), lo hago feliz, con una sonrisa, con ganas y responsabilidad. Si voy a comer un asado con mi papá o con mis amigos, lo mismo. Para el fútbol soy igual. Con estos fríos tremendos que hacen, les digo a mis jugadores que no podemos dejar a nuestras familias, nuestros hijos, nuestras esposas o novias, para perder el tiempo. No podemos entrenar para perder. Si venimos es para ir por la gloria”.
“Tenemos una hora y media de entrenamiento, bien intenso. Yo siempre dije que logré agregarle ese ADN que yo tengo de Alem a este plantel de Argentino, esa agresividad bien entendida, porque este club tiene, tuvo y tendrá siempre muy buen fútbol, pero si no le agregas lo agresivo, lo intenso, lo motivacional, no se gana. Se necesita un plus para ganar un título”.
“A mí este grupo me respondió, y no creo que lo hayan perdido. Reactivaré esa parte agresiva, y buen fútbol vamos a jugar como siempre”, agregó.
El domingo no debutará, ya que solicitó permiso para postergar el partido ante Atlético Ticino. Su debut será ante Alem, precisamente el club de sus amores.
“Me enteré, y todos saben que soy de Alem. Nacía bien al frente de la cancha, Pero le voy a ganar”.
“La vieja cancha de Alem fue el patio de mi casa, pero es al rival al que más le quiero ganar. Soy y seré hincha de Alem, todos lo saben, y lloré con mi familia al llevarlo al título como jugador y como técnico, pero hoy me debo a Argentino, y por eso ayer les dije: Soy mitad lobo, y mitad león”, sonríe.
“Lo digo muy tranquilo porque sé que no traiciono mis principios. Voy a muerte con el club que me contrata. Hoy debo devolver la confianza que Mario (Cortez) me dio. Así lo hice siempre”.
“Clasifiqué a Argentino, Alem y San Lorenzo a los torneos nacionales, y no dirigí a ninguno. Será que no era para mí. Yo me fui por la puerta grande, y aunque siempre hay cosas que no te gustan, estoy grabado en la historia. No quise discrepar con nadie, y preferí irme, dejando la puerta abierta”.
Por último dijo: “van a venir un par, y apoyaré al grupo, y daré oportunidades. Se fueron el ancho de espadas y el de basto, pero yo fui campeón sin el ‘Lana’ (Díaz). Lo adoró al ‘Lana’ y lo sabe, pero le dije al grupo que sin él trabajaremos para ser campeones. Carlos (Jacobi) es mi DT dentro de la cancha, pero ya no está. En el Mundial no salió campeón Messi, ni Cristiano, ni Neymar. Salió campeón Francia y subcampeón Croacia, con equipos bien trabajados, sólidos y firmes. No ganaron las figuras, ni líricos que salen jugando, fue el Mundial de las pelotas paradas y los contragolpes. Habrá que entender que nada garantiza nada, pero hay que prepararse a full para ganar, y otra cosa no sirve. Por eso les dije que es campeón o fracaso”.
Fuente(foto): Puntal VM – Nota: Edgar Scauso.