La historia dirá que en la tarde del domingo 24 de noviembre de 2019 San Lorenzo de Las Playas eliminó a Alumni. No fue en una final de campeonato, tampoco en una semi, pero el hecho ocurrió y esa es una verdad que nadie podrá discutir.
El fortinero, con un pasado glorioso, un presente gris y un futuro incierto, venía entonado con grandes chances de clasificar a cuartos de final y el equipo de Jony Aguirre, armado con retazos, con lo que hay que para ponerse, con los sobrevivientes después de cada domingo triste (las derrotas siempre ahuyentan voluntades) no había ganado durante el torneo y la primera victoria llegó en la tarde de este domingo para que el corazón del joven DT y de sus muchachos estalle de alegría.
San Lorenzo, el de Las Playas, el de menor presupuesto de todos los clubes de la Liga, el que sufre dentro y fuera de la cancha mucho más que el resto, el que se amargó con muchas tardes de derrotas abultadas, tuvo un domingo feliz.
Fue un milagro que estuviera en este Clausura y sólo la voluntad de ese puñado de hombres y mujeres, de familias con muchos pibes con más carencias que alegrías y la ayuda providencial que siempre es insuficiente determinará su futuro. Es muy probable que las carencias sigan existiendo, pero a este noviembre no se los robará nadie.
El más humilde de todos eliminó al más laureado. El fútbol suele tener estas postales. Son como las de los amaneceres, hay que estar allí, en el momento justo, porque sino uno se las pierde.