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Las manos del sueño

Dame muchos arqueros. Traéme a “Tatá” Requena, dos locos como el “Tonio” Carpinteiro y Guillermo Chiampo, también al “Cacho” Destéfanis y el “Negro” Hayas. Sumame debajo de estas líneas a los que recuerdes y mi endeble memoria haya omitido. Quiero un equipo de arqueros. Con los que están y quienes temprano se nos fueron y con los que aún caminan entre nosotros y nos alegra compartir el relato de alguna atajada memorable que se agiganta con el paso del tiempo.
Necesitamos a todos. Al “Pelado” Montes, “Oso” Rodríguez, “Cacho” Moreno, Oscar Rapetti, José Luis Pisaroni, “Pelusa” Guyón, Terrestre, “Chiche” Echeverría, el “Loco” Celis, tremendo atajador de penales, “Mingola” Rodríguez, “Sandunga” Deulofeu, el “Loco” Manzanares, otro “Loco”, Manzo, el de Unión Central; Minín, “Mamadera” Rojas, Miguel y Matías Novaretti, el querible “Taza” Ballario, Fabián Pfaffen, “Nipón” Bazán, Víctor Sieracki, “Liche” Sachetto, el “Gringo” Cipolat, Cristian Pasté, Enzo Romano, Silvio Munch, Pepe Pereyra, Javier Boasso, Daniel y Juan Barrera, el “Gato” Alvarez, el “Negro” Viera, el “Pato” Bomprezzi, el “Gringo” Lenardón, otro “Gringo” Bonetto, el de Alem, el “Timbero” Cossavella, Carlos Ronco, Marcos Coronda, Guillermo Álvarez, Sergio Arcas, Javier Sodero, el “Negro” Gori, Diego Fantino, Luciano Pereyra, Gerardo Colombano, “Bayo” Cativelli, Ezequiel Merani, “Tonafo” Demarchi, Nelson Nawelaerts, Chicho Escurra, y una lista que sigue con Marcelo Berardo, Simón Mellano, los dos “Monos” Julio Giraudo y Marcelo Zabala, Jacobo Bachanini, Guillermo Roach, David Pauletti, Leo Morales, Fabián Montiel, Johny Scalzo y “Cumbia” Luciani, el “Loco” Bazzani, Sami Suárez, José Gobbi, Fabricio Garetto (el del gol de cabeza a Argentino) y los actuales Rodrigo Alcántara, Matías Garofani, Emiliano Rodríguez, Alanis, Juan Cruz López, Alejo Cordero, Facundo Vega y Dante Alanis. Para custodiar ilusiones y volar de palo a palo evitando pesares. Para retener momentos únicos, irrepetibles y embolsar alegrías infinitas. Para que de un manotazo arrojen afuera tristezas, angustias, años fuleros y en sus guantes cobijen el recuerdo de algún beso inolvidable.
En estos tiempos en los que se nos escapan los hijos, porque crecen y buscan independencia, los amigos por culpa de la política -que como el tango tarde o temprano llega a tu vida- y la nostalgia empieza a jugar un partido con la historia, quiero un equipo de arqueros para que atajen hasta los dólares que se van afuera.

(Gracias Dani Vasallo por la idea, la matriz de la nota).

 

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